Fidelidad y Gratitud

Porque en la hermandad ponemos expectativas que no siempre se alcanzan, porque somos vulnerables y complejos, porque la convivencia es difícil, porque el individualismo nos puede. Por tantas cosas, no siempre vivimos la hermandad como el lugar de encuentro con el hermano y ponemos en duda nuestra confianza en la misma.

Y sin embargo a lo largo de los tiempos, hemos tenido que poner tanta fuerza, tanta fortuna y tanto corazón para disfrutar del esplendor que hoy tenemos, tantas emociones que hacen hermosa nuestra historia. En nuestras devociones encontramos tanto sentido a nuestras vidas, que merece la pena guardar fidelidad y gratitud a la Hiniesta.